El Ipod intrínseco que nos acompaña.


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El calor inhabitual nos obliga a abrir las ventanas y nuestro registro musical cotidiano cambia por completo. Digamos que cada día nuestros oídos están conectados a un mp3 que reproduce un disco con la opción « Repeat all », así, el clac de la puerta, la cisterna del váter, el calentador de agua, la cafetera, el « pop » de la nevera, los buenos días, el beso, el grifo, la radio y el « ¡mierda! ¡me he olvidado el casco! » o « ¡mierda llego tarde! » componen nuestra banda sonora matutina que se repite en bucle, sin cese, como en EL día de la Marmota. Hasta que cambiamos el disco y ponemos el de las vacaciones, también en modo « Repeat all »; el crujir de las sábanas con la piel cuando nos protegemos del fresco del alba, el beso somnoliento, el crujir de las sábanas, la respiración, la sonrisa, los latidos del corazón en Dolby surround, el mar y su brisa, y otra vez, la sonrisa…

Me voy de vacaciones ¿Se nota?

Dadle al PLAY!!  Birds&Batteries-Let the door swing

¡Feliz Agosto!

3 comentarios en “El Ipod intrínseco que nos acompaña.

  1. Órales. Yo hasta canto.

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