El Mundo a -10°



Manga corta, series a lo Miami Beach en La2 y una larga siesta después de comerme una sandía fresquita. La vida parece otra porque el mundo ya no es el mismo. En realidad vengo de abandonar una ciudad donde lo menos importante era esquivar la placas de hielo, más que nada porque no había. El hielo estaba en formato punta redondeada-base plana; gracias a IKEA forma de cruz o de osito. Como mucho, sabor a fresa y lima tropical, pero ver el hielo en forma de escupitajo, chorro de agua de alcantarilla y pis de perro, francamente, se me hace duro. Nací en Madrid y supe lo que eran los bajo cero en las paradas de autobús. Las aventuras en Barcelona, donde hace más calor que en el sur, han borrado de mi sistema límbico lo poco que me gusta pasar frío. Ahora el de París me ha hecho reflexionar y valorar la de cosas que se pueden hacer viviendo en el sur en una playa del norte…

Deja un comentario